Llega un momento que ya no sabes ni que pensar, ni que hacer, ni en quien confiar, no sabes ni para donde ir, es como si estuvieras en un cuarto oscuro con cuatro paredes y una puerta cerrada, impidiendote salir.
Pero siempre hay una forma de salir de ese cuarto oscuro.. averiguando como solucionar tus problemas, problemas que no sabes ni cuales son, ni por qué. Aun que al fin y al cabo, siempre logras salir de ese agujero negro, porque no son más que tonterías, y luego piensas y dices no me ha valido la pena estar aquí encerrada, y que vale la pena seguir luchando por lo que más quieres, tu sueño.